martes, 24 de enero de 2012

Sin decir nada

La comunicación no verbal es el proceso de comunicación mediante el envío y recepción de mensajes sin palabras, es decir, se da mediante indicios, signos y que carecen de estructura sintáctica verbal, es decir, no tienen estructura sintáctica por lo que no pueden ser analizadas secuencias de constituyentes jerárquicos.
Estos mensajes pueden ser comunicados a través de gestos, lenguaje corporal o postura, expresión facial y el contacto visual, la comunicación de objetos tales como ropa, peinados o incluso la arquitectura, o símbolos y la infografía, así como a través de un agregado de lo anterior, tales como la comunicación de la conducta. La comunicación no verbal juega un papel clave en el día a día de toda persona.








Una revisión rápida del lenguaje corporal
Comenzaremos repasando gestos comunes y aprendiendo qué significan.

:::: Una persona segura de sí misma da una apariencia relajada. Las piernas sin cruzar, los movimientos faciales tranquilos y tiene un buen contacto visual pero no mantiene una mirada fija. No tiene miedo de apropiarse del espacio que está a su alrededor. Se sienta derecho, pero de una manera relajada y con sus hombros bien cuadrados en recto. Se inclina hacia la persona con la que está hablando, pero no demasiado. Otros hábitos pueden incluir la exhibición de las palmas de la mano abiertas, o las palmas hacia arriba. Puede desabrocharse el saco, en el caso de un hombre.

:::: La persona segura de sí misma y relajada mantiene sus manos lejos de su cara. Generalmente, los pies se mantienen separados. Mantendrá su cabeza hacia arriba. En un restaurante, bajará su bebida y la guardará al lado. Cuando está de pie, se colocará derecha y con buena postura.

:::: Una persona segura de sí misma no teme al contacto físico, pondrá su mano sobre el brazo de la otra persona para acentuar un punto. Utilizará cabeceos afirmativos durante la conversación para mostrar interés. Sus manos estarán ocasionalmente detrás de la cintura o, en el caso de un hombre, el pulgar estará en su cinturón.

:::: Una persona deshonesta típicamente tiene prisa y hace mínimo contacto visual. Además, a menudo exhibirá gestos de ansiedad, tales como un vistazo oblicuo o una mirada arrebatada, o quizás una mirada al piso. Observa los gestos de la cara, tales como el cubrirse la boca, el frotar de la nariz, rascar la cabeza. El comer frecuentemente, tener seca la garganta o los labios muy húmedos pueden ser síntomas de engaño. Busca también detalles que sí pueden ser controlados, tales como la sonrisa forzada, cambos entre el lenguaje corporal abierto y el lenguaje corporal defensivo. Cambios de temperamento, ya sea estar sobresaltado o sobreactuar. Una expresión de estar a la expectativa, las piernas o los brazos cruzados pueden proporcionarte otras pistas.

:::: El aburrimiento y la indiferencia se demuestran por gestos tales como el bostezo o la cara apoyada sobre la mano.

:::: Una persona aburrida mira hacia todas partes, pero muy poco hacia la persona que está hablando. Una persona aburrida se muestra inquieta, mirará su reloj o el reloj en la pared constantemente. Estará en constante movimiento; en el caso de las mujeres, moverá los pies. Una persona que está aburrida repetirá a menudo acciones como golpear ligeramente sus pies. La mirada hacia la salida es a menudo una muestra clara del aburrimiento. Exhibirán, a veces, una cara en blanco.
A continuación discutirémos los tipos de personalidades, el lenguaje corporal en las entrevistas de trabajo, el lenguaje corporal de los líderes y el territorio personal.

Hay muchas sistemas para analizar el tipo de personalidad de cada uno, pero me gusta categorizar a las personas dentro de cuatro estilos básicos. Estos son: el emocional, el eficiente, el rutinario y el detallista. Si estamos mínimamente al tanto de estos cuatro diferentes estilos, podremos crear un lenguaje corporal que permita que la otra persona se sienta cómoda con nosotros.

Para esta sección de su entrenamiento me permitiré tomar un poco de información de mi libro más vendido: Ventas y negociación. Es mi creencia que tanto en los negocios como en la vida, la mayoría de las personas se están vendiendo unas a otras.

Por tanto, reconocer las características de la personalidad de cada persona hará que mejores tu habilidad para tener una comunicación exitosa con ella. El estilo de una persona se mide basándose en qué tanto presenta ciertas características de comportamiento. La mayor parte de las características de las personas se inclinarán a un tipo de personalidad primario, y después se cambiarán por una “personalidad de apoyo” en caso de que las acciones de su personalidad no produzcan los resultados deseados. Estos estilos de comportamiento pueden ser fácilmente reconocidos en cómo una persona actúa, se viste, habla y se mueve.
Cada uno de nosotros ajusta su personalidad mientras nos desenvolvemos en nuestra rutina diaria. Por ejemplo, la mayor parte de las personas no se relaciona con sus jefes como lo haría con sus hijos; o no se relacionan con su esposa de la misma manera en la que lo harían con una novia. Aquí hay un breve resumen de cada estilo de personalidad, sus gustos y las cosas que odian.
El primer tipo de personalidad es la del eficiente. Este tipo de persona prefiere las cosas hechas rápido y de manera eficiente. Suele vestirse de manera formal y tiende a mantenerse en el contexto profesional. Si actúas de manera emocional, demasiado relajada y tiendes a la charla ligera, pensará que le haces perder el tiempo. Con este tipo de persona mejor enfócate en hablar de hechos que atañen a tu negocio con él.
Seguimos con el tipo emocional. Comunicarse con este tipo de persona es más o menos un evento social. Es sociable y cálido. No es muy organizado, como podrás comprobar si echas una mirada a su escritorio y a su habitación. Tiende a ser un amante de los deportes y de las actividades al aire libre. Ama hablar y tiende a tomar decisiones rápidamente. Si eres demasiado formal con esta persona, lo harás sentir incómodo.
Sigue la personalidad rutinaria. La persona rutinaria hace las cosas lentamente, especialmente cuando se refieren a algún tipo de cambio o decisión. Son personas de hábitos. Para hacer crecer su confianza en ti, debes ser paciente y hacer las cosas  lentamente. Tiende a ser un poco desorganizado y a tener poco sentido de la administración. Estas personas son sensibles y es fácil ofenderlos con algún comentario hecho sin mala intención. Sé cuidadoso en tus conversaciones con este tipo de persona.
La cuarta personalidad es la del detallista. Este tipo de persona es fanática de los hechos y las figuras gráficas. Típicamente su ambiente está repleto de artículos electrónicos, computadoras, celulares, calculadoras, etc. En las conversaciones con este tipo de personas, debes enfocarte a los hechos y los detalles. Trata de hablar de sus intereses para llegar a acercarte y sé siempre puntual. Cuando quedan en una hora para verse, de verdad quieren decir en ese instante. No seas demasiado hiperactivo frente a ellos, pues pueden verlo como una señal de irresponsabilidad.
Hay un compositor norteamericano llamado Jimmy Buffet, que se dedica a cantarle a la navegación, a las lindas y cálidas playas y, por supuesto, a su mejor acompañamiento, las margaritas. En el año de 1978, Buffet escribió una canción llamada “El vaquero en la jungla”. Esta canción habla, evidentemente, de un vaquero; este vaquero viaje a Paraguay y después de un tiempo se queda sin dinero. Por azares del destino, el vaquero termina saliendo con unos marineros. A pesar de que este hombre podía haber estado fuera de lugar entre estos personajes, al escuchar la canción, el oyente se percata de que el vaquero se encuentra tan cómodo en el barco como si estuviera montando su caballo de diario. ¿Por qué sucede esto? Porque él controla siempre las situaciones en las que está. Mi verso favorito de esta canción es uno que dice: “Olvídate de esa ciega ambición y mejor aprende a confiar en tu intuición”.

Una vez que te aprendas de memoria las técnicas que te presentaré en este capítulo, tú también podrás decir “Olvídate de esa ciega ambición y mejor aprende a confiar en tu intuición” y, como en el caso del vaquero, tendrás todo siempre bajo control, tú serás el que mande.

La siguiente porción de tu entrenamiento es sobre el lenguaje corporal para las entrevistas de trabajo. Yo creo que, en una u otra ocasión, todos sufrimos a causa de nuestros jefes. Y, mientras hablo de sacrificar el tiempo de uno por los jefes, me acuerdo de la legión extranjera que tiene la reputación de atraer criminales a sus filas, así como a aquellos que quieren ser mercenarios. Un legionario herido en batalla puede aplicar para obtener la ciudadanía francesa bajo una provisión llamada français par le sang versé, lo cual significa: “francés por la sangre derramada”.

Mi filosofía sobre trabajar es que no hay diferencia entre tener tu propia empresa o trabajar para alguien más. Todos estamos en el negocio por nuestra propia voluntad y nosotros decidimos a quién le vendemos nuestros servicios. Me gusta creer que cada uno de nosotros es un mercenario, es decir, un soldado que pelea por dinero, usualmente sin importar la ideología nacional, política u otra consideración moral. Históricamente, el mundo tiene connotaciones peyorativas para esto, así que déjame explicarte.

Creo que es desafortunado que en este mundo tan complicado las grandes compañías rara vez se preocupen por sus empleados, o por ninguna ideología nacional o política. No se preocupan por tratar bien a sus empleados. En lugar de eso, muchas empresas usan políticas de negociación cerrada, tales como fechas límite y protocolos empresariales ridículos para lavar el cerebro de sus empleados y hacerlos trabajar como lindas y pequeñas ovejas con un olvido flagrante de sus vidas familiares y sus metas personales. Bajo estas circunstancias, el trabajador debe pensar un poco como un mercenario si es que quiere llegar a realizar sus propias metas. Cada uno se ve obligado a buscar la manera de solventar sus propios intereses; la lealtad está basada en la mejor oferta y es entregada al mejor postor.   
         
Ya sabemos que la gente te evaluará a través de tu lenguaje corporal. Ya sea que des la impresión de ser inseguro o seguro, disciplinado o perezoso; o ya sea que tu forma de hablar denote decepción u honestidad, todo esto será el reflejo de tu lenguaje corporal. A menudo lo que es importante no es lo que dices, sino cómo lo dices. Si en una entrevista te das cuenta de que no tienes una respuesta bien informada a una pregunta, tu lenguaje corporal puede perfectamente cubrir la incomodidad y falta de seguridad que esto podría causarte. Mantén tus señales no verbales ligeramente confiadas y alertas, si te muestras confiado de ti mismo, tu lenguaje corporal cubrirá el error del lenguaje verbal. Precisamente esto le sucedió a cierta adolescente que conozco cuando presentó un examen oral frente a un panel de tres profesores.
Se le pidió que respondiera algunas preguntas sobre filósofos famosos y sus ideales plasmados en sus grandes obras. Desafortunadamente, debido a su ocupada agenda social, no tuvo nada de tiempo para dedicarse a ese arduo trabajo conocido como estudiar, aunque por supuesto, se prometió a si misma que algún día se pondría al corriente con esta labor. El español es su segunda lengua, lo cual hacía la situación más complicada. Usando cuidadosamente un articulado lenguaje corporal para inspirar confianza en sus profesores, elocuentes movimientos de mano y una voz segura, dio una amplia pero inentendible explicación de 20 minutos que no sólo le dio una nota alta, sino el aplauso de los presentes. Básicamente, ella compensó su inseguridad y su falta de conocimiento sobre el tema con un extra de pose y un tanto más de aplomo.
Es la naturaleza del ser humano formarse una opinión basada en lo que se ve  y no en lo que se oye. Usualmente, las cosas importantes, como el hecho de que una persona esté realmente capacitada para un empleo, será visible hasta tiempo después, una vez que el candidato haya sido contratado y haya pasado por el proceso de orientación durante su primer día de trabajo. Desgraciadamente, características como el género, la raza y el peso tienen también influencia en esto de las entrevistas. La discriminación es real, pero al menos todos somos capaces de controlar nuestro propio lenguaje corporal. Hay que pensar en las cosas básicas sobre las que sí tenemos control.

•      Evita usar perfumes o desodorantes demasiado cargados, sé sutil.
•      Cuando estés esperando para una entrevista, no abras tu maletín para revisar notas. En su lugar, dale un vistazo a las revistas de la sala de espera.
•      Cuando la recepcionista te diga que el entrevistador está listo para verte, entra en su oficina con confianza, con una amplia sonrisa y con paso firme y seguro.
•      Un entrevistador extrovertido se colocará a una distancia, a la que llamamos “zona social”, entre 1 y 1.5 metros de ti. Mientras tanto, un entrevistador introvertido requerirá mayor espacio.
•      Cuando enfatices puntos importantes, inclínate un poco hacia delante.
Si tu entrevistador recibe una llamada durante la entrevista, revisa material de tu portafolios para dar al entrevistador un poco de privacidad.
•      Habla en un tono natural y asegúrate de que tu expresión facial empate con tu mensaje.
•      Relajarte en tu silla dará al entrevistador la sensación de estar a gusto contigo. Usa tus manos para acompañar tus respuestas.
Como cuando damos una presentación, durante una entrevista tus manos pueden parecer dos obstáculos en lugar de dos herramientas para comunicarte. Es por esto que la gente me pregunta a menudo qué debe hacer con las manos. Cuando atravesamos por una situación difícil, tendemos a cruzar los brazos. Esto nos da un sentimiento de seguridad. Durante una entrevista de trabajo, es mejor que no hagamos esto, ya que también puede ser interpretado como una postura defensiva. Lo mejor es dejar que tus manos caigan relajadamente sobre tu regazo o que las pongas sobre las coderas de tu silla. Desde estas posturas también es más fácil ayudarte con las manos al exponer algo. Evita usar gestos que denoten inseguridad o nerviosismo como frotarte las manos, detenerte las piernas con las manos o juguetear con el reloj o una pluma.

Mirar a los ojos a alguien le da a esta persona la sensación de confianza y demuestra que los estás escuchando. Cuando respondas una pregunta, mira primero a aquel que la hizo, pero mientras la contestas mira a cada uno de los entrevistadores.
A menudo no es lo que dices lo que influencia a otros, sino lo que no dices. Estas señales no verbales mandan mensajes que sugieren empatía, ética, entre otras actitudes. Además, así das la pauta para escuchar lo que la demás gente espera para que  tú puedas darles exactamente eso, con una respuesta que ellos mismos te han dado.

El género y los roles sexuales han sufrido grandes cambios en las últimas décadas. Ahora hay gran variación en los roles, de manera que es imposible e imprudente tratar de definir las cosas como se hacía en el pasado. Tal y como los hombres y las mujeres hemos entrado en áreas no tradicionales, la gente ha tenido que ajustar sus interpretaciones junto con su lenguaje corporal. Los hombres y las mujeres ahora tenemos la opción de escoger entre un sinnúmero de roles. Algunos hombres, por ejemplo, ahora prefieren quedarse en casa y cuidar a sus hijos. En los Estados Unidos no es raro encontrarnos con estaciones para cambiar al bebé en los baños de hombres. Los hombres han incursionado con gran éxito en lo que antes eran trabajos exclusivos “para la mujer”, tales como la enfermería y la educación. Y al igual que los hombres, las mujeres ahora están ganando territorio en aquellas plazas que antes parecían exclusivamente dominadas por los hombres.

El rol tradicional de una mujer era el de ama de casa. Ellas tenían que ser atentas y siempre apoyar a sus maridos y a sus hijos. En estos días, la mujer ha decidido tomar otras alternativas. A menudo las mujeres que incursionan en medios dominados por el hombre deben luchar para ganarse un lugar y ser tomadas en serio. Como resultado, algunas mujeres han tenido que imitar el lenguaje corporal masculino y sus actitudes para ganarse el respeto de sus colegas. Al principio, estas mujeres vestían trajes de negocios y evitaban que su apariencia fuera demasiado femenina.

Además, las mujeres adoptaron un lenguaje corporal más fuerte, incluyendo el contacto visual, posición corporal dominante y un comportamiento más asertivo. Poco a poco, las cosas se han empezado a facilitar para las mujeres; aunque aún se visten apropiadamente para el ambiente laboral, su estilo es mucho más femenino que antes. Las mujeres también han suavizado su lenguaje corporal para ser menos dominantes sin por esto dejar atrás su autoridad o estatus. Ahora una mujer puede ser madre, empresaria, ejecutiva, esposa, amiga, hija, hermana y un sinfín de cosas; todas ellas al mismo tiempo sin por esto descuidar ningún aspecto de su vida.

En la siguiente sección de su entrenamiento estaremos discutiendo el lenguaje corporal de los líderes.

Los líderes empresariales demuestran respeto. Todo el mundo puede reconocer un líder por su lenguaje corporal. Éste muestra la forma en que físicamente se presentan, la manera en que se plantan en contraposición con los demás. Aunque Bill Clinton y yo nunca compartimos el mismo punto de vista político, creo que todos nosotros debemos estar de acuerdo en que como presidente de los Estados Unidos fue uno de los oradores más carismáticos de todos los tiempos. Las mujeres lo amaban. Los hombres le admiraban. Todo el mundo lo escuchaba. Clinton complementa y marca casi cada frase con un gesto de sus manos.

Durante sus presentaciones, Clinton dividía mentalmente la habitación en tres partes y dirigía sus comentarios a un lado de la sala y a continuación ponía su atención en la parte central y después miraba hacia la última sección. A veces, elegía a una persona en cada sección y dirigía sus comentarios a esa persona. El pueblo lo amaba. Clinton nunca dejaba que nada se interpusiera entre él y sus oyentes.

Hace varios años, en los Estados Unidos tuvimos un escándalo con un ex presidente llamado Bill Clinton. El escándalo tenía que ver con un amorío que tuvo con una joven secretaria. El resto del mundo obtuvo una buena carcajada. Nuestro presidente se vio obligado a emitir una declaración durante una entrevista televisada. Sin embargo, este hombre supo hacer uso de los años de experiencia de perfeccionar el arte de la presentación política. Nuestro presidente empezó bien. Al comienzo de la entrevista, el señor Clinton tenía dos objetos que le ayudarían a través de las preguntas. Él constantemente paraba sus respuestas para beber un gran sorbo de un gran vaso con agua. Cuando se terminó, lo reemplazó con una bebida en lata, y casualmente siguió bebiendo de él cuando los fiscales le arrojaron sus mejores preguntas.

Lo siguiente que hizo fue utilizar sus gafas de lectura como ayuda. Se las puso para leer los documentos que le apoyaban y los bajaba a la punta de su nariz y daba vistazos a la cámara por encima de ellos, como si le estuviera dando órdenes a su gabinete. El punto aquí es que Clinton hizo su mejor esfuerzo para utilizar el lenguaje corporal para dominar la entrevista. Clinton se comportó como un hombre que quería tomar el control del proceso y así lo hizo.

Estos días, los analistas políticos están poniendo mucho cuidado en estudiar el lenguaje corporal de nuestros futuros líderes. Como hemos aprendido a lo largo de este libro, difícilmente podemos decir nada más sin expresarlo a través de los movimientos de nuestros rostros y cuerpos. Muchos experimentos se han hecho con el lenguaje corporal en la política. Se ha demostrado que el resultado de una elección se determina por medio de su lenguaje corporal.

El lenguaje corporal juega una parte importante en la política y seguirá haciéndolo. Mientras la gente pueda ver por quién votar a favor, esto será más importante que lo que la persona le diga. Gracias al estudio del lenguaje corporal, los líderes son más fáciles de juzgar y de ser evaluados.

Si estás en una habitación con asociados de negocios y deseas parecer más importante e imponente, mantente de pie durante la reunión.

Esto siempre da la impresión de poder. Moverse alrededor al exponer un punto te hace parecer aún más poderoso, pero ten cuidado aquí, ya que se puede ir demasiado lejos y acabar pareciendo que estás ansioso o nervioso. Además, si pareces incapaz de estarte quieto, la gente te sentirá tenso. Puedes dar una imagen de poder y de confianza si estás sentado, sólo utiliza tanto espacio como te sea posible. Mantén una buena postura, pero extiende las piernas, abre los brazos o haz algo para hacerte parecer más grande.

Mostrar confianza en los negocios es tan importante como demostrar tu poder. Para mostrar confianza, no muevas tu cabeza o las manos en demasía. Si tu cabeza está siempre en movimiento, te hará ver como el tipo de persona que está buscando la aprobación de los demás, mientras que las manos inquietas sugieren inseguridad. La postura ideal que nuestra mamá nos enseñó a todos es justo lo que debemos usar en los negocios: el estómago adentro, el pecho fuera, la espalda y los hombros hacia atrás y la cabeza con la frente en alto. Mantener el contacto visual todo el tiempo no sólo demuestra confianza, sino honestidad.

Ten cuidado con parpadear demasiado, ya que darás la apariencia de que tienes falta de confianza. Elimina tus gafas de sol si quieres que tus clientes lleguen a confiar en ti. Los lentes oscuros impiden que un cliente visualice tus ojos. Como ya hemos discutido anteriormente, el reflejo de los movimientos de los demás les hace sentirse a gusto contigo y más dispuestos a seguir tu ejemplo. Del mismo modo, si alguien inicia el reflejo de tus movimientos, es una reacción positiva de su parte. Poner las manos detrás de tu espalda es un gesto de poder. Sin embargo, las investigaciones muestran que la mayoría de la gente encuentra el gesto totalmente deshonesto; si no podemos mostrar lo que las manos están haciendo, nos convertimos en sospechosos.

Si tu objetivo es aumentar la confianza en cualquier situación dada, haz movimientos con tus palmas abiertas y de vez en cuando tócate el pecho con la mano mientras estás hablando.

El espacio personal es tan relevante en el mundo humano como en el animal. Viví en Guatemala por un par de años, y mi rutina de cada mañana era hacer una larga caminata. Una cosa que me gusta de Guatemala es que no hay escasez de piedras, rocas, concreto y otros escombros de todos los tamaños y formas, diseminadas en las calles. Es frecuente que en estos paseos me encontrara con perros. Mi padre era veterinario y por ello sé un poco sobre los perros. Los perros son como las personas, porque cada uno de nosotros también crea y defiende su propio territorio. En estos paseos, de vez en cuando sin querer llegué a invadir el territorio de un perro. En algunas zonas, había grupos de perros salvajes que establecieron su territorio, al igual que las personas. Es común que estos perros atacaran a la gente. Mi solución era simplemente coger un pedazo de hormigón y darle con el al perro justo en el cráneo, nunca con la intención de matarlo, pero si de disuadirlo de no atacarme. En el caso de una manada de perros es un poco más complicado; pero, como he dicho antes, Guatemala está cargado con escombros por lo que esto nunca fue un problema grave.

Cuando los animales (incluidos los humanos) se meten en el espacio personal de otro, esto puede ser motivo de confrontación inmediata para determinar quién es el propietario de dicho territorio. Esta situación se produce a diario en todo lo que nos rodea. Como un ejemplo, en el mundo corporativo, entre mayor es el rango en la organización, más grande es la oficina y el estacionamiento que se le da al jefe. En la milicia, el rango que claramente aparece en el uniforme, sirve para demostrar a cada una de las personas los derechos del territorio que su estatus les confiere. En la sociedad es evidente que las personas de alto rango tienen mejores casas, coches, etc.

Cada uno de nosotros crea un espacio alrededor de su cuerpo. Este es el “espacio personal” y se considera algo sagrado. Esta “burbuja” varía en función de las personas y las circunstancias en las que nos encontramos.

Cada uno de nosotros tiene reglas sobre el tamaño de su espacio, quién podrá entrar, y cómo otros pueden acercarse. Este espacio es muy revelador. Las relaciones, la situación en la que estamos, el rango social y el dominio son los factores que determinan quienes podrán ser invitados a pasar dentro de nuestro espacio personal. Hay cuatro zonas: íntima, personal, social y pública.

Dependiendo de la relación que tengamos con alguien, el lenguaje corporal cambiará en función de la zona en la que nos encontremos. El espacio entre las personas en una conversación revela mucho acerca de su relación y el tipo de discusión que están teniendo. Aquí está una lista de las distancias y los significados de cada una. Diferentes culturas utilizan diferentes distancias y por esta razón doy una aproximación útil en un contexto general.
La zona íntima para los amantes es de 1,5 pies (45 cm) o menos.
La zona personal es de 1,5 pies (45 cm) a 4 pies (120 cm). La zona personal es casual y sólo para nuestros conocidos.
La zona social es de 4 pies (120 cm) a 7 pies (360 cm). Esta zona es de al menos dos longitudes de brazo de distancia y, por tanto, fuera de la distancia llamativa de la otra            persona.
La zona pública es de los extraños y es aproximadamente de 7 pies (360 cm). Esta es la distancia con la que se reconoce el miedo de los extraños.
La distancia que una persona opta por poner entre ella y tú es una importante pista de cómo la otra persona ve la relación entre ustedes. Jesús dijo: “Bienaventurados son los humildes”, pero nosotros, los seres humanos parecemos siempre querer ser más poderosos.
Las siguientes situaciones son usadas para demostrar poder:
  • Las personas dominantes dirigen la conversación y la controlan.
  • La persona dominante usualmente se parará o sentará siempre un poco por encima de los otros a propósito.
  • Al contestar a un toquido de la puerta, se tomarán todo el tiempo que quieran para hacerlo.
  • Las personas dominantes se sienten libres de tocar a los otros.
  • Los fumadores echan el humo hacia arriba para demostrar dominación o sentimientos positivos, mientras que una persona que lo eche hacia abajo podría sentirse negativo o sospechoso.
El lenguaje corporal dominante es una forma indirecta de la agresión, es primitivo y se remonta a nuestras raíces ancestrales. El objetivo es desarmar y desalentar al oponente. Un método sencillo para tomar el control de la interacción es fingir ignorancia. Esto hará que la otra persona se sienta libre de expresar sus opiniones, permitiéndote recopilar información para planear tu respuesta.



Fuente: http://www.lenguajenoverbal.com/

 
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3 comentarios:

  1. qe pasa Contigo??q nos quiere ase leer x cojones..?me a gustao la entrada,pero pami un poco larga....jaja pero e leido lo bastante para interesarme y segi leyendo un poco mas.,,

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    1. Me alegro de que te guste, si necesitas mas in formacion con respecto al tema no dudes en pedirla, ejej. Gracias por comentar.

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  2. Imteresante.............muy interesante......

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