Hay alimentos de consumo cotidiano que, si no se toman con
mesura, merman la salud cardiaca porque tienen mucha sal.
Un informe de los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades
(CDC) de Estados Unidos apunta que nueve de cada diez estadounidenses consumen
demasiada sal a diario. La enfermedad cardiaca y el accidente cerebrovascular
(ACV) son las principales causas de muerte evitable en este país, también en
España, y dependen en gran medida de los problemas de hipertensión arterial que sufre
la población. Uno de los factores que aumenta la presión arterial es la sal, y
el consumo entre la población española es desmesurado: más del doble de la
cantidad recomendada por la Organización Mundial de la Salud (cinco gramos
diarios). En España, un estudio promovido por la AESAN consiguió estimar los alimentos que
más sodio aportan a la dieta diaria.
Los cuatro alimentos de consumo cotidiano más salados en la
alimentación tradicional española suman el 72% de la contribución de sal a la
dieta. Por ello, conviene conocer fórmulas para reducir su consumo, como buscar
alternativas igual de gustosas, pero menos saladas.
1. Embutidos.
De todos ellos, el jamón es el derivado cárnico curado más salado y que más sal
proporciona a la dieta, seguido del chorizo, el salchichón y el fuet. Entre los
embutidos cocidos, sobresalen el jamón y el pavo cocido y las salchichas. Una
alternativa sería dejar el jamón en remojo horas antes de su cocinado en
diversas recetas, de forma que se diluya parte de la sal que contiene. Para el
resto de embutidos, por sus características nutricionales de abundancia de
grasa, colesterol y sal, se aconseja un consumo esporádico, por lo que no cabe
incluirlos en los bocadillos cada semana. Los bocadillos de atún, sardinas en
lata, queso fresco, vegetales o alternativas energéticas al bocadillo, como el
pan de muesli o un trozo de pan con frutas desecadas y frutos secos, son ideas
sanas.
2. Panes
especiales. El pan blanco, seguido del de molde blanco y el tostado,
son los alimentos más problemáticos de este grupo. No obstante, a través del
acuerdo entre la AESAN y el sector de la panadería, en cuatro años (2005-2009)
se ha conseguido reducir de forma progresiva el porcentaje de sal utilizado en
la elaboración de pan. El pan
actual tiene un 25,9% menos sal que hace unos años.
3. Quesos.
De todos los lácteos, los quesos son los alimentos más salados, entre ellos el
manchego, el fundido y los quesos frescos, los tres más consumidos. Consciente
de esta información, el consumidor debe entender que el queso, por su
particularidad nutritiva (además de sodio tiene mucha grasa y colesterol, sobre
todo, los más curados), es un alimento "capricho" para degustar en
ocasiones y en pequeña cantidad, no a diario.
4. Platos
preparados (4,85%). Las comidas preparadas congeladas destacan sobre
el resto en aporte de sodio a la dieta. Una buena planificación de los menús
semanales permitirá improvisar menos con comidas preparadas y cocinar en
casa más cantidad, congelar lo sobrante y descongelar a medida que se necesite.
Fuente: http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/aprender_a_comer_bien/curiosidades/2012/02/28/207478.php
Si os a gustado la entrada dejad comentarios y votad si es
interesante o aburrido, gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario